“Para no ahogarnos en el mar de las circunstancias y de los pensamientos es preciso anclarnos en momentos de silencio.
La conexión con la Esencia, con la Fuente, nos sacará de la irrealidad e ilusión en los que estamos inmersos cada día… ”
En esto meditaba yo en estos días, en los que las fiestas, las compras, las “quedadas” para comer o cenar con amigos, familiares y los compromisos llenan nuestras agendas.
Por no hablar de los innumerables mensajes, emails, llamadas o whatshap que inundan nuestros móviles…
En medio del ruido y la inquietud interior y exterior que me rodean e invaden, escucho la Voz nítida e inconfundible de La Madre:
-“EXPANDIR VUESTRO ESPÍRITU, hija:¡ Está ocurriendo!
-EXPANDIR VUESTRAS ALMAS:¡ Está ocurriendo!
-ABRID LOS OJOS A LO PROFUNDO Y ELEVADO DEL SER:¡ Está ocurriendo!”
¿Qué está ocurriendo, Madre? -pregunto.
-“¡VUESTRO DESPERTAR HIJA!”